
Tu compromiso con el planeta cada vez está más consolidado. Has conseguido cambiar hábitos de tu día a día que creías imposibles e incluso convencer a tu entorno de que otra manera de consumir y vivir es posible. Sin embargo, sientes que existen ciertos mitos y realidades que rodean al estilo de vida zero waste o residuo cero, que deben quedar por escrito para hacernos reflexionar como sociedad.
Si el concepto “zero waste” no te resuena demasiado, aquí tienes la definición que en 2018 La Alianza Internacional Basura Cero le otorgó: “La conservación de todos los recursos a través de la producción y el consumo responsable, la reutilización y recuperación de todos los productos, envases y materiales sin incinerarlos y sin generar emisiones al suelo, agua o aire que supongan una amenaza para el ambiente o la salud humana”.
Teniendo esto claro, nos metemos en harina para aportar un poco de luz sobre este tema y poder empezar a cambiar desde hoy mismo
1. El Zero Waste es sólo en casa
Realidad: el zero waste no se puede alcanzar con esfuerzos individuales, es necesario combinarlo con esfuerzos como sociedad. Por eso, es esencial que las acciones cotidianas estén acompañadas siempre de algo de activismo.
Exponemos un ejemplo para que se entienda mejor: supongamos que en tu casa ya no generas nada de basura. No obstante, cuando llevas a cabo alguna actividad de ocio sí, por ejemplo yendo a comer a un restaurante en el que se está ocasionando mucha basura para atenderte. Es demasiado utópico pensar que nuestras acciones individuales son suficientes para resolver un problema tan grande. Sacar la mirada de nuestro ombligo y empezar a preguntarnos cómo podemos hacer que trasciendan a otras esferas, con el fin de generar cambios en el ámbito industrial y gubernamental.
2. Vivir de forma 100% sostenible es posible
Realidad: en un mundo ideal quizá sí, pero resulta muy complicado de alcanzar en un sistema que nos dificulta . Triste pero cierto.
Todas las personas queremos intentar vivir de forma más sostenible, todas queremos que el mundo cambie a mejor. Hasta ahí, bien, y para ello, incorporamos hábitos, intentamos concienciar a nuestros amigos, familia y compañeras de trabajo. Vamos haciendo cambios y compartiendo nuestros triunfos, hasta que un día… se nos olvida la bolsa de tela para comprar en el mercado o la botella reutilizable para pasar un día en el campo. Lo que sea. ¿Sabes qué? ¡No pasa nada! Esto no va de hacerlo perfecto al 100% sino de hacerlo bien la mayoría del tiempo. El perfeccionismo ha matado más causas que la falta de acción.
3. El plástico es el principal problema
Realidad: tiene que quedar claro, el plástico no es el enemigo número uno. Por supuesto que es uno de los contribuyentes al problema de residuos que tenemos hoy en día, pero ni mucho menos es el peor.
La industria ganadera, el transporte o la energía contribuyen muchísimo más al calentamiento global que cualquier plástico. Sin embargo, no pienses que decir que por ello debemos dar luz verde a los cubiertos de un solo uso y las bolsas de plástico, hay que poner el foco en las acciones que más impacto tienen al mismo tiempo que evitamos contribuir a la demanda de plástico, nada más.
Aquí tienes 10 maneras sencillas para ser más sostenible sin apenas esfuerzo.
4. No está permitido ser consumista de productos zero waste
Realidad: piensa dos veces antes de sacar la tarjeta. Aprovecha y reutiliza todo lo que ya tienes antes de comprar algo nuevo. Eso si, cuando necesites comprar algo te recomiendo que apuestes por la opción de ese producto lo más sostenible posible. Tus decisiones de compra son importantes para ti y para el planeta.
Comprar cosas que no te aportan nada (sean sostenibles o no) y tirar cosas en perfecto estado, no te convierte en defensor del movimiento residuo cero, todo lo contrario.
Aprovechamos para hacer un pequeño recordatorio de los principios básicos del “zero waste” centrados en las 5 R’s:
Rechazar. Es hora de decir NO a todo aquello que sea de un solo uso.
Reducir. Mira a tu alrededor, quédate con lo que realmente necesitas y evita el consumismo.
Reutilizar. Saca a relucir tu creatividad, no pienses que todo es desechable. Te compartimos nuestro Trucos zero waste para aprovechar pan duro 😉
Reciclar. Ya lo haces y eso está muy bien pero no te desenfoque, lo ideal es siempre usar menos.
Compostar. Atrévete a crear tus propios medios para generar otros activos necesarios, como la energía.
5. Comprar en comercios locales siempre es la solución
Realidad: ¿Aguacates de Valencia en envase de plástico o aguacates de México a granel? ¿Online o en la tienda de toda la vida? Lo importante es plantearse la opción más sostenible en cada caso, teniendo en cuenta que no todo lo local es más sostenible.
Esas verduras locales fuera de temporada quizás hayan necesitado extensos recursos artificiales para cultivarse. Antes de ir a la tienda de la esquina con artículos hechos en China, piensa si quizás puedes conseguir online el mismo artículo hecho en España y de forma sostenible.
De este proceso, lo más valioso no es el hecho de reducir la huella de basura de manera descomunal, eso es muy positivo pero lo que realmente importa es haber empezado a mirar todo con otros ojos, aprender a ser mucho más analítico y crítico en la manera de entender a la sociedad de la cual formamos parte, y también con respecto a tu papel con las problemáticas medioambientales y sociales.
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¡Nos leemos muy pronto! 🙂
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